Energía limpia y sostenibilidad

Energía limpia y sostenibilidad. Casi la totalidad de los componentes de la solución de SunStyle® son completamente reciclables. Hoy en día, se trabaja para optimizar el desarrollo de canales de recuperación y reutilización de materiales con resultados muy prometedores.

Energía limpia y sostenibilidad. Nuestra preocupación por el medio ambiente, por la sostenibilidad, por la transición energética y por la reducción de la huella de carbono es cada vez mayor. Cada día que pasa somos más conscientes de la importancia de nuestras actuaciones y de la trascendencia que tiene nuestra apuesta por las energías limpias, por productos no contaminantes y por materiales que puedan reciclarse y que no generen residuos nocivos. Energía limpia y sostenibilidad.

En este sentido, la elección de las tejas solares de SunStyle® para cubrir el tejado de nuestra vivienda o de nuestra empresa es un importante paso adelante en favor de la sostenibilidad. Se trata de una cubierta solar integrada que produce energía limpia, que nos permite un importante ahorro energético y que resiste al viento y al granizo. Y cuenta con una garantía de diez años.

Energía limpia y sostenibilidad. Las tejas solares Sunstyle® que comercializa Lone Lighthouse permiten cumplir con ambos preceptos.

Pero, además, otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de elegir esta solución fotovoltaica es que sus materiales son completamente  reciclables. La teja solar SunStyle® utiliza tecnología de silicio monocristalino, la más utilizada en la actualidad. Estos módulos de silicio cristalino están compuestos de vidrio en un 75%, de polímeros -un 10%- y de aluminio en un 8%, todos ellos clasificados como residuos no peligrosos y reutilizables. El resto es silicio -5%-, cobre, en un 1% y menos del 0,1% plata y otros metales: son productos que, aunque requieren más atención, también pueden reciclarse.

Combinación de acciones

Para llevar a cabo el correcto reciclaje de todos estos materiales, se deben combinar de manera adecuada una serie de acciones la primera de las cuales es la separación mecánica, mediante trituradoras, de magnetos, tamices o clasificadores inductivos. Con esta acción inicial se permite clasificar cerca del 85% de los componentes del panel fotovoltaico.

Después se realiza un tratamiento térmico para eliminar el polímero que encapsula el panel. Al quemarlo, se separan los distintos elementos del módulo fotovoltaico. En la actualidad, se están probando técnicas de pirólisis -sobre todo en Japón- para mejorar estos procesos térmicos.

Posteriormente se lleva a cabo un tratamiento químico, gracias al cual las partes remanentes del módulo se trituran y se sumergen en uno o varios disolventes para extraer los materiales secundarios en fracciones; de esta manera se eliminan los contactos mecánicos y el revestimiento antirreflejo.

Proyectos de investigación

En cuanto a las láminas de silicio, se funden y se integran en el proceso de fabricación de lingotes de silicio, que pueden utilizarse en otro tipo de industrias. De esta manera, el silicio recuperado vuelve a las fábricas de acciones metálicas o de vidrio plano.

Actualmente, la mejora de los procesos de reciclaje y el desarrollo de canales de recuperación son objeto de diferentes proyectos de investigación, entre los cuales destaca el proyecto europeo CABRISS -llevado a cabo entre 2015 y 2018-, cuyo objetivo era desarrollar una economía circular basada en el reciclaje, la reutilización y recuperación del indio, silicio y plata, principalmente para la industria fotovoltaica, pero también para la producción de vidrio y componentes electrónicos.

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